Las inundaciones están formadas por agua y energía. Cuando estas son destructivas, podemos concluir que están formadas por más agua y energía. El agua es un componente importante de las inundaciones, tal como la energía. Considerando esto, ¿qué convierte una inundación en un desastre? La respuesta es obvia: nuestra ignorancia. Si logramos conducir la terrible inundación hacia una represa, lograremos obtener el agua y la energía para usarlas a nuestro favor. Como consecuencia, podemos transformar algo destructivo en algo que aprovechamos a nuestro favor. La pobreza es como las inundaciones, pero tal vez mucho más fuerte. Cada seis segundos muere un niño por desnutrición y una de cada ocho personas en el mundo están desnutridas. La pobreza es más peligrosa que las inundaciones. En este libro intentaremos aprender a obtener la energía existente en la pobreza y convertirla en creatividad y riqueza.